¿CÓMO HACEMOS RADIO? LO QUE NOS OFRECEN LAS EMISORAS LOCALES


Por: Jordan Fuentes y Maykol Paredes.

RESUMEN:
La radio es, sin duda, un medio de comunicación valioso. La estimulación de la imaginación, y la generación de participación ciudadana a través de ella, hacen de la radio un instrumento importante en el desarrollo de una sociedad. Pero, ¿consumimos o estamos informados de lo que nos ofrecen nuestras radios locales? ¿Cómo podríamos aprovechar las ventajas del “medio por excelencia” si ignoramos lo bueno y lo malo de la programación radial de nuestras emisoras?
El presente trabajo tiene como objetivo ahondar, a través de un análisis general, en las formas de hacer radio en Lambayeque, así como en los géneros y formatos preferidos por estas emisoras. Además, analizaremos si realmente se fomenta participación ciudadana en este medio, principalmente la de los niños, niñas y jóvenes.

ABSTRACT:
The radio is, without doubt, a valuable means of communication. The stimulation of the imagination, and the generation of citizen participation through it, make the radio an important instrument in the development of a society. But do we consume or are informed of what our local radios offer us? How can we take advantage of the means of excellence if we ignore the good and the bad of the radio programming of our stations?
The present work aims, through a general analysis, in the ways of doing radio in Lambayeque, as well as in the genres and formats preferred by these stations. In addition, the reality of the citizen in this medium is analyzed, mainly in children and young people.

PALABRAS CLAVE:
Radios locales, programación, participación ciudadana, desarrollo, niños, jóvenes.

KEYWORDS:
Local radios, programming, citizen participation, development, children, youth.

INTRODUCCIÓN:
Desde su implementación, allá por 1920, la radiodifusión se convirtió en una poderosa herramienta tecnológica capaz de hacer llegar, en tiempo real, mensajes de todo tipo a una gran cantidad de personas. Desde entonces, y a causa de distintas lógicas que organizaron el sistema, se han podido distinguir en la historia tres modelos de radiodifusión: el Modelo de Libre Mercado o modelo de radiodifusión comercial, que es aquel donde las emisoras se constituyen como empresas que, evidentemente buscan un beneficio económico. Estas empresas ofrecen publicidad durante su programación a otras empresas interesadas en anunciar su marca ante una gran audiencia, a los que consideran potenciales consumidores. Con el fin de obtener altas utilidades, se busca que la programación de estas radios tenga el menor costo posible. El Modelo de Servicio Público es aquel administrado por el Estado, por lo que la programación no es financiada a través de publicidad, sino con fondos públicos. En este modelo no se considera a las audiencias como potenciales consumidores, sino como ciudadanos que comparten una misma identidad nacional. La programación generalmente busca ser de calidad. Por último, el Modelo Comunitario nace como una forma de protesta a los dos modelos antes mencionados. Es la propia ciudadanía quien crea y gestiona estas radios, que a su vez pueden ser financiadas por publicidad o con el apoyo de diversas organizaciones. Aquí, las audiencias no son consumidores ni ciudadanos, sino participantes del desarrollo social.
Es aquí donde nace la pregunta: ¿Cuál de los tres modelos es el más importante? Nos atreveríamos a decir que no hay algún modelo más o menos importante que otro, sino que cada uno de ellos tiene una razón de ser y persigue un objetivo diferente. Incluso, podemos encontrar muy buenas propuestas radiales en cualquiera de los tres tipos. Lo que sí es más necesario saber, es cuál de los tres modelos es el que prima en nuestras radios locales, y a qué razón es que se debe la elección.


La radio es masiva, simultánea, económica, de gran alcance, y por supuesto una fiel compañera, la que acompaña al ama de casa mientras realiza sus quehaceres, o tal vez al taxista que necesita darle algo de alegría a su rutina diaria, o al estudiante que viaja dos horas para llegar a su centro de estudios, la radio siempre está ahí. Y es precisamente porque siempre está ahí, que debemos sacarle un mayor provecho que el de simplemente pasar canciones y mandar saludos. El potencial de la radio es fenomenal, no se debe subestimar su importancia para el desarrollo y el cambio social, por el contrario, se deben aprovechar cada una de sus ventajas y por qué no, también cada una de sus limitaciones. La radio es unisensorial, la radio es sonido, pero esto no debe constituir un obstáculo, por el contrario, esta unisensorialidad nos permite jugar con las palabras, la música y el sonido, lo demás lo pone el oyente y su imaginación, eso es precisamente lo que se busca, estimular la imaginación de quien nos escucha. Sin embargo, la radio también es un medio fugaz e intermitente, la atención del oyente no siempre es total, es por esto que nuestros mensajes deberán ser lo suficientemente claros y concisos para no aburrir al público, es aquí donde radica uno de los mayores retos para nosotros como comunicadores.

Como ya sabemos, el lenguaje radiofónico está constituido por cuatro elementos: la música, capaz de trasladarnos a determinadas épocas o de hacernos experimentar diferentes emociones, los efectos de sonido, que son los encargados de aportar realismo a lo que escuchamos, la palabra, la radio utiliza la palabra escrita y la usa como palabra viva, y por último el silencio, necesario para dejar volar la imaginación de nuestra audiencia.

Pero es en la importancia de la palabra, o mejor dicho, en la escritura como soporte textual del discurso hablado en donde queremos ahondar un poco más. En palabras de Xosé Soengas, en “El discurso radiofónico. Particularidades de la narración sonora”: “La escritura sirve como soporte para conservar intactas las ideas que luego se utilizan en la radio para construir cualquier relato. Los textos adquieren sentido narrativo en la radio en el momento que son leídos y adaptados a la forma de expresión propia del soporte, que es la narración sonora.” 

Como nos dice Pedro Pérez Roque en su artículo "Del lenguaje radial la importancia de la palabra": "La radio utiliza la palabra escrita y la usa como palabra viva. Pues existe una sutil diferencia entre si se escribe para ser leído donde puede recrearse  el texto  o cuando  eso mismo cuando  se escribe para leer por radio el texto debe atemperarse a los  requisitos  del medio o la mayoría de las palabras no se entenderán.  Hay quien cree que un texto directo logra mayor compresión pero falla en la mayoría de los casos por la falta de seducción que debe provocar el medio para captar al oyente. Si por el contrario adorna con un lenguaje poético puede provocar un ruido semántica que se vuelve incomprensible."


Fuente: Propia
Hemos escuchado muchas veces sobre lo importante que es ser claros y concisos al momento de hablar por radio, pues es cierto, la simplicidad en el texto, y posteriormente en el discurso hablado, puede causar mucho más en un oyente que el tratar de adornar nuestro lenguaje con términos técnicos y hasta rebuscados. Además, y ya que nos enfrentamos a un medio intermitente, en el que muchas veces no contamos con la atención ininterrumpida del oyente, es necesaria la repetición moderada del eje central del tema, para que así además, en cualquier momento de la emisión, nuevos oyentes puedan sumarse sin ningún problema al desarrollo del programa. También debemos evitar el uso de muchos signos de puntuación como comas y puntos, las pausas excesivas le restarán fluidez al discurso, haciendo cada vez más incomprensible la idea principal del mismo. Una vez elaborado el texto, son el tono, el ritmo, la entonación, así como también las funciones básicas del lenguaje, quienes ayudan en conjunto al enriquecimiento de la expresividad hablada que, combinada con los recursos que ofrecen la música y los efectos sonoros, refuerzan su valor.

Sin embargo, es necesario situar nuestro texto dentro de alguna clasificación. Entonces, resulta necesaria la aplicación de ciertos parámetros para transmitir de mejor manera la idea que se tiene, y es aquí donde aparecen para quizá salvarnos, los géneros radiofónicos, que son grandes clasificaciones de producción, pero que asumen formas particulares debido a las características del lenguaje radial. Los géneros constituyen “modelos” que implican leyes de producción y crean hábitos de percepción. Así pues, tenemos dentro de los más usados, el género dramático, el género periodístico y el género musical. El género dramático se estructura en torno a la ficción, el género periodístico lo hace en torno a la realidad, y el género musical no es otra cosa que la música en la radio. 

Pero vamos a ahondar un poco en el género y los formatos periodísticos, que parecen ser los favoritos de las emisoras locales lambayecanas. El género periodístico ha sido desde siempre, y estamos seguros que lo seguirá siendo, el género por excelencia de los medios de comunicación. Dentro de él podemos encontrar a todas aquellas producciones que dan cuenta de la realidad, de todo aquello que ha acontecido en un tiempo y espacio reales.

¿Para qué hacemos periodismo? José Ignacio López Vigil, productor de radio cubano, contestó esa pregunta de la siguiente manera:
Informar para formar. El género apunta directamente a la formación de opinión pública. Frente a una misma cuestión no hay una única corriente de opinión, sino varias.
Informar para inconformar. Buscamos cuestionar y cuestionarnos, denunciar las desigualdades e injusticias. La información provoca que las personas nos sensibilicemos sobre los problemas y actuemos para resolverlos.
Informar para transformar. La formación de la opinión pública nos moviliza e influye poderosamente en las decisiones que todos tomamos día a día. (Ponele onda. Herramientas para producir radio con jóvenes. - Laura Rodríguez).


 
Fuente: Propia
Existen diversos formatos radiales dentro del género periodístico, si bien es cierto cada uno cuenta con características propias bastante marcadas, todos comparten el mismo objetivo: el de acercarse lo más posible a la verdad. Tenemos formatos informativos como la noticia simple, la noticia ampliada o la crónica, formatos de opinión como el comentario, la mesa redonda o el debate, y formatos de investigación como el informe o documental.

La programación de una radio es una propuesta que traduce en sonidos los objetivos que tiene la emisora. En esa estrategia, las emisoras también tienen en cuenta a los “otros”, otros que podemos concebir como audiencia o interlocutores. Se trata de la planificación -a corto, mediano y largo plazo- de una relación comunicativa entre una radio (empresa, organización social o estatal) y una audiencia. Ese diálogo se establece mediante contenidos sistematizados y organizados armónicamente según criterios de selección, dosificación y ordenación. A su vez, esa diagramación se elabora según la duración y los horarios, condicionados por los recursos técnicos, humanos y económicos de la radio. (Ponele onda. Herramientas para producir radio con jóvenes. - Laura Rodriguez).

Sin embargo, la audiencia no es tan estable como quisiéramos: se cansa, se aburre, se deja seducir por otras radios. También la creatividad de nuestros productores y productoras se desgasta y va perdiendo el impulso inicial. Así pues, cada cierto tiempo —una vez al año, al menos— haz un sondeo de audiencia para conocer cómo está llegando tu radio al público que pretende alcanzar. Para esto, te servirán las encuestas, las entrevistas en profundidad y los focus group. (Radialistas Apasionadas y Apasionados).

Fuente: Propia
Pudimos analizar la programación de seis emisoras radiales locales, las cuales son: Radio Exitosa, Radio Primavera, Radio Programas del Perú (RPP), Radio Santa Victoria, Radio WSP y Radio Kaliente. Como mencionamos líneas arriba, el género más usado por estas radioemisoras es el periodístico, con programas que abarcan los distintos formatos radiales antes mencionados. Así por ejemplo, tenemos en la parrilla de Exitosa los informativos “El Público Protesta” y “Acuarela”, en Radio Primavera tenemos “En Línea”, en RPP el muy conocido “La Rotativa del Aire”, Radio Santa Victoria cuenta por su parte con “Polémicas Noticias”, Radio WSP nos ofrece “Surco Norteño” y por último, Radio Kaliente, con una mayor cantidad de programas, tiene  en su programación a “Pulso Regional”, “En Directo”, “El Francotirador”, “Informativo Regional”, “Rutas” y “Últimas Noticias”. La programación de estas seis emisoras, en su totalidad, es netamente informativa, la gran mayoría de estos programas fomentan la participación del público en la problemática expuesta a través de las líneas telefónicas y las redes sociales, además, un patrón repetitivo en casi todos los programas es que los conductores buscan ser los intermediarios entre población y autoridades, tomándose muchas veces atribuciones que no corresponden a las de un periodista.

Pero, ¿y qué hay de la participación de los niños, niñas y jóvenes en las parrillas de programación de nuestras radios? ¿Se le da realmente la importancia a la opinión de estos nuevos actores sociales? ¿Se les brinda la oportunidad y el espacio para poder desenvolverse? La respuesta es no, salvo en las radios escolares, que sí las hay. Las radios comerciales, que son las que priman en nuestra región, no cuentan con programas que fomenten la participación de niños y jóvenes, aun cuando conocemos la gran ventana que significa el medio radial para que estos puedan alzar su voz y ser agentes activos del cambio social.

Algunos especialistas piensan que las nuevas tecnologías de la comunicación abren brechas, más que cerrarlas; otros piensan que simplemente ponen en evidencia brechas sociales, culturales y económicas que ya existen. Muchos otros, consideran que si las políticas de Estado promovieran la inclusión de las tecnologías de comunicación en las escuelas, en las organizaciones de la sociedad civil (tecnología acompañada de capacitación y de desarrollo de proyectos locales), representarían oportunidades para achicar las brechas no sólo tecnológicas, sino de comunicación, de conocimiento y, a largo plazo, también sociales. (Aprender con la radio. Reflexiones y actividades para promover la participación comunitaria. – Las Otras Voces).

CONCLUSIÓN:
Al término de nuestro trabajo podemos concluir que el modelo de radiodifusión que prima en las radios locales lambayecanas es el Modelo de Radiodifusión Comercial, o las llamadas “radios comerciales”, empresas que subsisten gracias a la publicidad que ofertan, y que consideran a las audiencias como potenciales consumidores de los productos que anuncian. También hemos podido notar que el género por excelencia de nuestras radios es el periodístico, lo que se manifiesta en programaciones netamente informativas, con programas bastante parecidos entre sí. La participación ciudadana en general es tratada superficialmente con las clásicas llamadas a la estación radial y los no muy profundos aportes del público a través de las redes sociales. Las radios locales carecen, además, de propuestas radiales que fomenten la participación de niñas, niños y jóvenes, aun cuando conocemos la importancia de que estos nuevos actores sociales se hagan escuchar, y participen activamente en el cambio social.

REFERENCIAS:
Las Otras Voces. (2005). Aprender con la radio. Reflexiones y actividades para promover la participación comunitaria. . Buenos Aires.
López, J. (s.f.). MANUAL URGENTE PARA RADIALISTAS APASIONADOS. Obtenido de https://radioteca.net/media/uploads/manuales/2013_10/ManualUrgenteRadialistas.pdf
Rodriguez, L. (2011). Ponele onda. Herramientas para producir radio con jóvenes. . Buenos Aires.
Radialistas Apasionadas y Apasionados. (02 de Octubre de 2006). Obtenido de PASOS PARA ARMAR LA PROGRAMACIÓN (5): https://radialistas.net/pasos-para-armar-la-programacion-5/
Soengas, X. (s.f.). El discurso radiofónico. Particularidades de la narración sonora . Santiago de Compostela.


Un vídeo de utilidad:




DIÁLOGO: ¿QUÉ RADIOS PARA QUÉ COMUNIDADES?
Pudimos conversar con Vladimir Villón, Decano del Colegio de Periodistas de Lambayeque, y con el comunicador y docente Faustino Pisfil sobre la importancia de las audiencias en el medio radial.



Fotografías:





Comentarios

  1. Jordan, Maykol,
    El paper es algo genérico, aunque con rescates de interés. Pero muy poco de la realidad lambayecana.
    El diálogo es interesante, pero no tan productivo en relación con el tema propuesto.

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