EL BUEN PERIODISMO Y LAS CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN LOCUTOR RADIAL.


Por: Jordan Stefano Manuel Fuentes Salazar.
RESUMEN:
En el presente artículo pondremos sobre la mesa dos temas de suma importancia para los comunicadores. El primero es cómo lograr que nuestra labor periodística sea óptima, a través del cumplimiento de recomendaciones y normas fundamentales que todo profesional de este ámbito debe conocer y aplicar. El segundo tema nos sumerge ya en el mundo del periodismo radial, una labor complicada pero que da mucha satisfacción cuando se realiza de manera correcta; para esto, debemos conocer qué errores evitar cuando se es locutor de informativos radiales.

INTRODUCCIÓN:
Para nadie es un secreto que vivimos en una sociedad donde los intereses económicos mueven a las personas. Esto no sería problema si no se pusieran estos intereses por encima de los valores y la integridad moral. El periodismo es un “arma de doble filo”, a través de él puedes hacer muchas cosas buenas pero, a la vez, es una herramienta que puede dañar vidas y sociedades enteras.  Los comunicadores deben y tienen que ser conscientes de la responsabilidad que implica desarrollar esta profesión; la responsabilidad de informar con la verdad, procurando siempre acercarse a la objetividad, sin rodeos y sobre todo, sin defender intereses propios o de terceros. Solo cuando esto deje de sonar utópico para ser real, solo ahí podremos cambiar la mala imagen que muchas veces se tiene de esta gran labor.  


"Las noticias son un material complejo y resbaladizo, y aunque el periodista no es objetivo, sí deberían serlo sus métodos."
David Felipe Arranz.

SI QUEREMOS HACER PERIODISMO, HAGÁMOSLO BIEN.
Muchas personas creen que la tarea del periodista es fácil, y que cualquier individuo podría desarrollarla sin ningún problema. Y es que para muchos, la labor periodística no es más que recoger información sobre un tema que está pasando y darlo a conocer a la población a través de los medios de comunicación. Sería una explicación bastante sintetizada y lógica de la profesión si no se dijera, muchas veces, con el afán de menospreciarla.

Y es que a menudo se ignora el peligro al que está expuesto un buen comunicador. Como dijo la periodista colombiana María Teresa Ronderos en entrevista con Genaro Rodríguez Navarrete para la web “Sala de Prensa”: “Una de las tareas fundamentales de la prensa es controlar el poder, vigilar el poder, es denunciar aquello que está mal, es hacerse de la voz de los que no tienen voz para poder hablar duro al poder. Y, por supuesto esto al poder no le gusta.” Ir contra la corriente no es fácil, exponerte a un sinnúmero de represalias por parte de gente poderosa que te ve como un enemigo no es fácil, salir de casa con la convicción de que estás haciendo lo correcto pero con el temor de no volver no es fácil. Pero la pasión por lo que haces es mucho más fuerte que todo eso. 

Pero, ¿qué pasa cuando se pone el interés económico por encima de dicha pasión? Todos sabemos que el periodismo no es precisamente la profesión mejor pagada; sin embargo, esto no es una justificación para venderse. Rescato unas palabras muy interesantes de María Teresa Ronderos, que dicho sea el paso también preside la Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia, en la entrevista antes mencionada: “Un periodista que percibe bajo sueldo lo puede compensar vendiendo empanadas o puede conseguir otro sueldo dando clases; pero no corromperse.” Nada más cierto que eso. El periodismo es vocación, es convicción, y nada que se haga con la plena seguridad de querer hacerlo se puede destruir fácilmente. Cebrián afirma que «el periodista vocacional, el que vive la profesión, no mira nunca el reloj cuando está haciendo un reportaje. Hasta que no termina de encontrar todos los datos, hasta que no redacta la última línea, no se marcha a casa. Y la satisfacción de haber culminado una buena crónica resarce las largas horas de trabajo». 

Fuente: Propia.
Si bien es cierto que la convicción es importante, no es suficiente. Como en cualquier otra profesión, la formación que se reciba y la responsabilidad con la que una persona lleve a cabo su carrera, le garantizará el éxito. Para esto, existe un conjunto de procedimientos que se ha denominado “técnicas del periodismo”, las cuales se tocarán a continuación. La verificación es una tarea indispensable para el periodista, no se puede difundir una información sin antes buscar la versión de todas las partes involucradas, hacer esto, podría dañar de muchas maneras a la persona en cuestión, e incluso al mismo periodista. La segunda herramienta es la de contrastar y comparar la mayor cantidad de fuentes posibles. Por más simple de describir que parezca el hecho noticioso, no podemos tener la seguridad plena de lo que haya pasado, simplemente porque no estuvimos ahí cuando ocurrió; por lo que tendremos que consultar a la mayor cantidad de personas posibles. El tercer punto tiene que ver con la lealtad hacia la audiencia, los periodistas estamos obligados a ser sinceros con el público, decirles quiénes son nuestras fuentes, de dónde sacamos la información; de esta manera les estaremos dando también la oportunidad de contrastarla, reforzando su sentido crítico e incentivándolos a no tomar como cierto todo lo que sale al aire en los medios de comunicación. Por último, contextualizar constituye la cuarta norma fundamental del periodismo. Para que una información pueda ser entendida correctamente por la audiencia debe precisarse el contexto en el que se dio el hecho, si esto no se hace, sería decir una verdad a medias, que es tan perjudicial como mentir. Formalmente, la proliferación de periódicos, revistas y noticiarios radiofónicos y televisivos crea la ilusión de una sociedad exhaustivamente informada que, sin embargo, suele ser desorientada con el bombardeo de un periodismo banquetero, declarativo, atomizado y superficial.

Ahora bien, una vez que se han cumplido con los puntos antes mencionados, surge otro gran problema de la prensa de nuestros días, me refiero a la censura.  Censura que se manifiesta de diversas formas, la más extrema, sin duda, es el terrorismo. También está la censura económica, donde muchas veces es el medio de comunicación para el que trabajas quien intenta callarte si tienes información que pueda perjudicar sus intereses. Todas las empresas periodísticas persiguen objetivos económicos, pero las más exitosas son las que no sobreponen este interés a la calidad profesional de sus publicaciones y noticiarios. El tercer tipo de censura es la ignorancia, y esto es preocupante; esta censura se da cuando el periodista no sabe sobre el tema, por lo que prefiere no opinar al respecto. No es un crimen no saber algo, todos ignoramos muchas cosas, pero es responsabilidad del periodista informarse y estudiar el tema a tratar para poder darlo a conocer al público de la mejor manera posible.

El correcto cumplimiento de las técnicas del periodismo mencionadas, y el control de nuestra propia censura, son pilares importantes para ejercer un buen periodismo. Porque si vamos a hacer algo, debemos hacerlo bien. 


CUANDO LA VOZ SE HACE RADIO: CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN LOCUTOR.
Cuando se hace periodismo radial, debemos ser conscientes de que la voz será nuestra principal herramienta de trabajo. Pero no solo basta con tener una “buena voz”, también es necesario conocerla y saber manejarla, con distintas técnicas vocales, de acuerdo al tipo de mensaje que se deba transmitir y a la emoción que se quiera llegar con esa noticia. No será lo mismo informar sobre la clasificación de la selección peruana al mundial de fútbol que informar sobre un intento de feminicidio en la sierra. Cada uno de estos mensajes busca generar una emoción y/o sentimiento diferente en la audiencia, mientras que la primera noticia buscará alegrar al oyente, la segunda tendrá la intencionalidad de hacerlo reflexionar sobre la preocupante situación de violencia que sufre nuestro país. 

En esta oportunidad no nos centraremos en lo grandiosa que es la voz humana, ni en la importancia que tiene para la radio; sino más bien en las características que deben tener los locutores de este tipo de medio para poder lograr que el radioyente comprenda de la mejor manera el hecho noticioso.

Según la Dra. Emma Rodero Antón, en “Los principales errores que debe evitar todo locutor de informativos radiofónicos: un estudio práctico”, la voz preferida por el público para los informativos radiofónicos “es aquella que posee un tono grave y un timbre resonante, armónico y claro al transmitir mayores sensaciones de credibilidad, seguridad y tranquilidad”.  Además, nos dice que respecto al ritmo, la velocidad de lectura preferida por la audiencia es la moderada, pero siempre que sufriera variaciones acordes con el contenido que se estaba informando.

La función del locutor radial, al igual que la del periodista en general, se toma muchas veces como tarea fácil. Créanlo, no es nada fácil transmitir tanto solo con un micrófono. Como bien lo dice el comunicador ecuatoriano Marco Vinicio Escalante en su libro “Comunicación radiofónica: Teoría y práctica”: “La matización, la vocalización, la respiración, la modulación y el ritmo son algunos de los elementos formales que determinan una correcta expresión oral. Ahora, en cuanto a lo que se dice, es conveniente insistir en la fuerza y la claridad de ideas; y, en un cabal conocimiento y utilización del idioma. Quien habla ante un micrófono debe ser un modelo y un maestro del buen decir. Sí, señores; la palabra es fondo y forma.”

Fuente: Propia.


SÍNTESIS CONCLUSIVA
El periodismo es una labor que requiere de mucha responsabilidad por parte de quien lo ejerza. No debemos olvidar que somos “la voz de lo que nos tienen voz” para hacerle frente al poder y denunciar aquello que está funcionando mal, aun cuando esto conlleve un riesgo para nosotros, pues sabemos que no es fácil ir contra la corriente. La preocupante situación de los salarios bajos que percibe un periodista no es, de ninguna manera, justificación alguna para corromperse. Nuestra convicción y pasión por el ejercicio periodístico debe ser mucho más determinante que nuestros intereses económicos. Las técnicas del periodismo son herramientas de suma importancia en el ejercicio de la profesión. Verificar, corroborar fuentes, ser leales al público y contextualizar cada hecho noticioso nos acercan, en gran manera, a desarrollar un buen periodismo. Si bien existen diferentes tipos de censura, la ignorancia es la más preocupante de todas. No informar sobre un tema solo porque no se ha estudiado y analizado correctamente, constituye un gran error por parte de un periodista. Un locutor radial debe no solo tener una “buena voz”, sino también saber manejarla y adaptarla a los diferentes tipos de mensaje que se quiera transmitir, para así lograr que la audiencia capte de la mejor manera la información.

Vídeo de utilidad:
Una entrevista a la periodista colombiana Sandra Eraso, donde habla de lo satisfactorio que es ejercer el periodismo. 





REFERENCIAS
Escalante D., M. (1986). Comunicación radiofónica: teoría y práctica (Ed. rev.). Recuperado de http://www.flacsoandes.edu.ec/libros/digital/42961.pdf
Marín, C. (2004). Manual de periodismo (2ª ed.). Recuperado de http://www.septien.edu.mx/septien/maestria/MANUAL%20DE%20PERIODISMO%20C%20MAR%C3%8DIN.pdf
Rodero Antón, E. (s.f.). Los principales errores que debe evitar todo locutor de informativos radiofónicos. Recuperado de http://bocc.ubi.pt/pag/rodero-emma-erros-locutor.pdf
Rodríguez Navarrete, G., & Sala de Prensa. (2009). María Teresa Ronderos: "El periodista tiene que verificar y verificar". Recuperado de http://www.saladeprensa.org/art856.htm
Ángeles Pastor, M. (2010, 1 marzo). Quiero ser periodista: tras las motivaciones de la profesión periodística. Recuperado de http://eprints.rclis.org/17664/1/22e.pdf


Comentarios

  1. Jordan,
    Se nota ciertas precisiones convenientes, aunque no todas aportan y vinculan. El video del artículo no ilustra ni tiene valor académico.
    La infografía está ordenada, pero no vas más allá de una descripción. Los audios están también aislados.

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